Para solventar una necesidad, siempre, hay diferentes formas de afrontarla. Normalmente, la resolución de un problema depende de cómo apliquemos los conocimientos y los recursos de que disponemos. En teorías de la comunicación esto se conoce como pensamiento lateral (que se contrapone al pensamiento lógico). A la hora de climatizar una casa, o un local, pasa algo parecido, siempre hay una manera “estándar”, por decirlo de alguna manera, y tantas soluciones como la imaginación, el tiempo, los recursos y el dinero nos permitan. Sigue leyendo para conocer diferentes posibilidades de sistemas de climatización para tu hogar o negocio. Vamos a dividir esta guía en dos apartados principales: por sistema de funcionamiento y por tipología de los aparatos.
Las combinaciones son infinitas y día a día aparecen nuevas posibilidades. Nosotros queremos hacerte un breve repaso de algunos de los sistemas de climatización que puedes instalar en tu hogar o negocio.
Existen muchas maneras de clasificar, como el tipo de gas o refrigerante que usan, pero, nos vamos a centrar en estas.
Por sistema:
Aire-Aire:
Son los más habituales, su uso está muy extendido. Se suelen instalar mediante conductos dentro de las paredes y falsos techos.
Estos sistemas funcionan mediante un sistema de dos unidades: una exterior y otra interior, y podéis ver su funcionamiento detallado aquí.
Aire-Agua:
Son aquellos en los que el intercambio de calor, o frío, se produce mediante refrigerantes líquidos, es decir, la emisión se produce mediante fancoils, radiadores, inductores…
Este tipo de sistema es el que se utiliza en equipos de calefacción central. Sirve para producir “ACS” (agua caliente sanitaria).
Para la climatización intervienen más elementos que en los aire-aire que solo constan de 2 elementos. Podemos encontrarnos en este tipo de sistemas: generadores térmicos, tuberías, elementos de emisión, reguladores…
Agua-Agua:
En este sistema, no solo la emisión se produce mediante refrigerante liquido, si no también la captación de frío o calor, así, el propio agua es captador y emisor, a la vez, de la climatización de los habitáculos.
Agua-Aire:
En este sistema se combinan las posibilidades anteriores, de modo que, se produce el intercambio de calor mediante transmisión, ventilación y elementos radiadores.
Por tipología:
De ventana:
Están en desuso, pero, hace un tiempo eran bastante comunes. El sistema se basaba en una única unidad que se colocaba en una ventana o en un agujero en la pared, que expulsaba el calor al exterior y, al mismo tiempo, refrescaba la habitación.
Solían ser muy baratos por la sencillez de la instalación.
Split de pared:
Es la opción mas habitual en los hogares. Consta de dos unidades, externa e interna, y hay miles de variantes en el mercado. El precio varía en función de las características adicionales y de la potencia de los elementos.
Multisplit:
Su instalación es igual que en los Splits individuales y funcionan de igual manera. Solo que a cada unidad exterior se le asocian, o conectan, varias unidades interiores. La unidad externa debe de ser más potente para dar cabida a las interiores.
Casete o Split de techo:
De funcionamiento similar a los Splits, se coloca en un falso techo consiguiendo una mejor estética y un ambiente más despejado. Tienen mayor potencia, por norma general, aunque también son más costosos y su instalación es más complicada.
Por conductos (Fan coils):
Unidades de alto rendimiento que se consideran muy útiles a la hora de una decoración integrada. Su funcionamiento por conductos garantiza una estabilidad térmica permanente en las estancias a climatizar. Tienen un coste inicial elevado que se compensa con un mantenimiento espaciado en el tiempo y de fácil mantenimiento.
Puedes ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos de que opción es la que mejor se adapta a tus necesidades
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